Ponencia de Cristina Bordas sobre Félix Máximo López

En la conferencia que realizó Cristina Bordas en el Museo del Prado, con motivo del 200 aniversario del fallecimiento del compositor, en el minuto 16:10 - comenta: "es la única partitura de esta obra que conocemos". Craso error ya que mi edición lleva 20 años registrada en la Biblioteca Nacional de España.

Tendría que haber dicho: la única fuente de manuscrito del compositor que se ha hallado. ¿Cómo una catedrática en musicológía puede dar una conferencia en el Museo del Prado y obviar el único y gran trabajo de recuperación de esta obra? Porque además habla de "investigadores". ¿Pero qué es lo que han "investigado"? Ah, que es un compositor doméstico, comenta, "con una partitura teatral para hacer música en la casa", prosigue. Pero, ¿es que López tenía un Teatro de Ópera en su casa? ¿Vivía en un Palacio? No, vivió en un piso de la calle de las Fuentes en Madrid. ¿De dónde ha obtenido ese dato de que FML había representado esa obra en su casa? Yo llevo más de 25 años investigando y no lo encontré... Únicamente, y como expuse en mi página web superopera.com hace 21 años, el boletín de la Academa de San Fernando, donde Barbieri opina lo siguiente:

<<...todas tres [los tres actos] debieron ser ejecutadas previamente, tal vez en casa de un procurador, íntimo amigo y vecino de D. Félix, que vivía en la Calle de las Fuentes, donde con frecuencia se reunían de tertulia ambas familias, siendo nuestro organista el alma de la diversión con sus músicas y poesías.>>

Pero una cosa es decir, un suponer, "debieron ser ejecutadas" porque tenía un amigo vecino con el que se solían reunir las familias, a "fueron ejecutadas" y con pruebas (carteles, críticas, comentarios en publicaciones, etc.).

Además, el término "doméstico", como músico me suena a "animal doméstico" (podría ser un perro). Calificar de doméstica una gran obra de arte lírico musical -recordemos que la música es superior a todas las artes, incluida la pintura, por ser la forma más pura de expresión humana- es decir que todos los grandes genios de la música fueron en realidad nada más que "perros domésticos". Que FML hubiera trabajado en el Palacio Real no le convierte automáticamente en un perro vasallo para la eternidad, tanto él como su obra. Ah, quizás por eso mi descubrimiento en 1999 desempolvase un tabú que nadie se atrevió a considerar durante casi dos siglos. Si mi página web superopera.com divulgó está obra por los 7 mares fue casi únicamente por su contenido, no porque el músico ganase su sustento, para sobrevivir él y su familia apenas, gracias a la Corte. Todo el mundo sabe que prácticamente todos los músicos de todos los países de esa época y anteriores trabajaron para la Corte. Pero, ¿dónde reside la línea que marca la libertad artística del genio? Si lo cotejamos con Goya, su compadre, nos daremos cuenta de que él tuvo dos vidas, la de encargos cortesanos, y la de su punto de vista personal. La ponencia de la Sra. Bordas hace incapié, esforzándose mucho, en resaltar que un trabajador del Palacio Real, que se sustentaba con un sueldo muy escueto, aunque su cargo fuera "muy importante", nunca antes y ahora puede ser elevado a más categoría que de "Disparate" (intuyo la carga despectiva de la palabra), musiquilla de poca monta, vamos, a la distinción pura y dura de lo que ya se le enmarcó con su cargo oficial de primer organista que fue ascendiendo domesticadamente hasta primero. Porque si la música tiene la misión de trascender y ser meritoria de traspasar fronteras, en el caso de López, esto lo tiene vedado (Google pone el vídeo de Bordas en primerísimo lugar, para encasillarlo como perro doméstico).

‌Recordando la famosa anécdota cuando Liszt interpretó ante el Zar de Rusia, parándose cuando éste se puso a hablar, porque si el Zar habla, hasta Liszt tiene que callar... Y otra similar que le sucedió a Chopin de joven. Vemos que la historia es una y nada más que una. Por un lado la monarquía, y por otro, de fuerza ineludible, la libertad artística de los genios.

A la hora de dar un recital en el tribunal ruso, Liszt llegó a ser tan molestado por el Tsar hablando

durante su actuación que dejó de tocar. Cuando se le preguntó, dijo que era "porque todos debemos estar en silencio cuando su majestad habla." Ilustración por Camblery. FL, pianista y compositor húngaro, el 22 de octubre de 1811 - 31 de julio de 1886.

- ID de la imagen: KF0HTC

Pero esta es la "visión" temerosa de la Sra. Bordas, que por cierto se inventó la cátedra de iconografía musical precisamente para este fin, parece ser, que de rebajar el arte de la música a través de la pintura.

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También tengo que señalar las tonterías que dice Emilio Fernández , doctor en musicología por la Universidad Complutense, que fue calificado por Emilio Casares con sobresaliente, ejem... Ya vemos, siempre Emilio Casares por medio y la Universidad Complutense, facultad de Geografía e Historia. ... Casares a su vez hizo su tesis doctoral sobre Barbieri, por lo que parece ser que todo lo que escribiera éste para él debe ser escritura sagrada. Y Barbieri no era más que un recopilador de textos que almacenaba y un compositor de zarzuelas para mi gusto mediocres (por su calidad compositiva bien podría equipararse al autor del himno nacional), que bueno, hay que agradecerle que al menos preservara los manuscritos de López y no los quemase.

Emilio Serrano realizó su tesis en 2016, jovencito:

Emilio Serrano y el ideal de la ópera española (1850-1939). Calificación: Sobresaliente cum laude. Facultad de Geografía e Historia, UCM, 18 enero 2016. Director: Emilio Casares.

Aquí dejó su perla sobre la ópera Los Locos de Félix Máximo López, sin tener ni noción de lo que habla:

https://clivis.wordpress.com/2020/05/05/don-felix-maximo-lopez-barbieri-en-el-rastro